La televisación a todo el mundo de la Boda Real, del príncipe William y su ahora esposa Katie Middleton, fue realmente impecable, fantástica. Pero también lo fueron la música, la orquesta y los coros de niños y adultos.
Maravilla de melodías, de afinación, de buen gusto orquestal. Los trompetistas" reales" asombraron. Fue un deleite ver y escuchar a estos artistas honrados con lugares de privilegio en las nupcias del Príncipe Guillermo y Kate Middleton, actuales condes de Cambridge.
En pocas palabras, la mejor síntesis, expresada por la periodista y música Elsa Bragato en su blog:
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