El espíritu de un Festival de Cine. ¡Hay que vivirlo! Y la 28º edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata así lo corroboró. Primero las cifras: 415 películas, más de 600 funciones, 130.000 espectadores. En síntesis: el placer del cine, la fiesta continuada de nueve días.
Terminada la fiesta de nueve días de cine continuado que se resumió en 415 películas, más de 600 funciones y 130.000 espectadores, llegó el momento de la Ceremonia de Clausura del 28º Festival internacional de cine de Mar del Plata, realizada anoche en la Sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium de Mar del Plata se destacó por los miles y miles de aplausos con los que los asistentes celebraron el talento de los directores, de los invitados especiales que engalanaron el Festival, de los expertos jurados que tuvieron la difícil tarea de elegir a los ganadores y aplausos al fomento del INCAA –Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales-, que este año otorgó un millón de pesos en premios.
Virginia Innocenti hizo los honores de adentrarnos en el mundo arrabalero, caracterizada como Tita Merello, con tres hermosos tangos de autores clásicos y contemporáneos, fue el perfecto puntapié inicial para para el comienzo de la ceremonia, conducida por Federica Pais.
Las primeras palabras correspondieron al Presidente del Festival, José Antonio Martínez Suárez, seguidas de los miles de agradecimientos y la felicidad de los ganadores.
Luego, se hizo presente la Presidenta del INCAA Liliana Mazure, y juntos hicieron un paso de comedia que es ya una cábala de todos los Festivales. “José, todos los años, en la Ceremonia de Clausura, nos presenta la renuncia. ¿Este año será igual?”, preguntó Mazure en tono cómplice. “Señores, presento mi renuncia”, anunció Martínez Suárez, y la sala se colmó de ovación. Sabemos que es una broma.
Y comenzó la entrega de los reconocimientos.
México y Venezuela fueron los grandes ganadores de la noche. La jaula de oro y Pelo malo estuvieron en lo alto del podio de los Astor. El largometraje de Diego Quemada-Diez, se alzó con el Oro a la Mejor Película. Y Mariana Rondón ganó los Ástor de Plata por su doble trabajo de directora y guionista.
Y la decisión del Jurado de la Competencia Internacional –Bong Joon-ho, Javier Angulo, Paula Astorga Riestra, Guillermo Martínez, Luciano Sovena-, coincidió esta vez con el veredicto del público, que llenó las salas de los cines y que se emocionó con la impresionante coproducción mexicana-española. Cinecolor otorgó nuevamente este especial galardón, que implica la mirada de los verdaderos receptores de las obras en Competencia.
La ceremonia también nos brindó momentos muy cálidos, en manos de los más chiquitos. Los discursos de Lana Rockwell, de diez años, protagonista y coguionista de la impecable y tierna Little Feet, dirigida por su padre Alexandre Rockwell, y de Lautaro Murray, de Choele, otra de las grandes ganadoras de la noche, de Juan Sasiaín, nos emocionaron hasta las lágrimas, casi tanto como sus actuaciones en pantalla.
Los Ástor continuaron con Mejor Actriz, para Marián Álvarez, por La Herida, de Fernando Franco y Mejor Actor, Vicent Macaigne, por La Bataille de Solférino, de Justine Triet.
El premio a Mejor Película Latinoamericana fue para la lúcida y sensible Los insólitos peces gato, de Claudia Sainte. Y el semillero argentino fue para la increíblemente original La utilidad de un revistero, de Adriano Salgado – Mejor Largometraje- y Ada Frontini -como Mejor Directora de la Competencia por Escuela de sordos-.
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