Con la dirección general de Enrique Ducal, continúa representándose 'El Chico de la Última Fila'
del dramaturgo madrileño Juan Mayorga, protagonizada por Julio Ordano, Nilda Raggi, Juan Tupac Soler, Diego Segura, Manuel Longueira y Marisa Viotti. Las funciones se realizan todos los sábados a las 20:15 hs. (en punto) en Elkafka Espacio Teatral, Lambaré 866.
La obra 'El chico de la última fila' se refiere a Germán, un profesor de literatura,que corrige las redacciones de sus alumnos, hasta que lee el trabajo de Claudio, un chico callado que se sienta en la última fila y quien despierta mucho su interés y su fantasía de convertirlo en escritor. Le sorprende su capacidad crítica y su perspicacia al contar cómo pasó el fin de semana en casa de un compañero, Rafa, a quien ayuda con las Matemáticas y éste a su vez lo hace con él en Filosofía. Claudio sigue contando el mundo interno de aquella familia en sucesivos trabajos, capaz de manipular al amigo y la familia mediante una escritura despiadada que retrata sin escrúpulos ni falso pudor. Dos formas de hipocresía activa y pasiva que enfrentan al maestro y su alumno. A través de la escritura del chico y las reacciones de los personajes, se van conociendo las intimidades de las dos familias y la capacidad de Claudio para perturbar esas relaciones sin que los interesados puedan advertirlo demasiado. Todo ello fascina al profesor y preocupa y molesta a su mujer.
La obra 'El chico de la última fila' se refiere a Germán, un profesor de literatura,que corrige las redacciones de sus alumnos, hasta que lee el trabajo de Claudio, un chico callado que se sienta en la última fila y quien despierta mucho su interés y su fantasía de convertirlo en escritor. Le sorprende su capacidad crítica y su perspicacia al contar cómo pasó el fin de semana en casa de un compañero, Rafa, a quien ayuda con las Matemáticas y éste a su vez lo hace con él en Filosofía. Claudio sigue contando el mundo interno de aquella familia en sucesivos trabajos, capaz de manipular al amigo y la familia mediante una escritura despiadada que retrata sin escrúpulos ni falso pudor. Dos formas de hipocresía activa y pasiva que enfrentan al maestro y su alumno. A través de la escritura del chico y las reacciones de los personajes, se van conociendo las intimidades de las dos familias y la capacidad de Claudio para perturbar esas relaciones sin que los interesados puedan advertirlo demasiado. Todo ello fascina al profesor y preocupa y molesta a su mujer.
El duelo entre Germán y Claudio -es decir, entre el maestro y su discípulo- importa como la puesta en acciones de importantes reflexiones sobre el arte de construir una historia. El texto, en cuanto instrumento transmisor de imágenes, reafirma el concepto de que toda vida, incluso aquella aparentemente más banal, esconde interrogantes, quimeras, dramas de alcance universal”, reflexiona su director Enrique Dacal.